temeroso de su querer,
por pupilas me pierdo
por todo su universo,
yo ando a tientas.
Trágame tierra en su presencia,
naturaleza, ¡oh bella, aborréceme!
que será darle todo,
que es serle todo,
¿luz en lo sombrío?
Donde habiten sus ojos
renacerá mi verso,
donde sienta hambre
yo seré espiga,
y viento para su pelo,
y lluvia para su cara,
y florecilla diminuta
que se marchite en sus manos.
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