Y cada cuatro años el sufragio
de unos hombres con juicios de aluminio:
grises y maleables. Escrutinio;
qué hacerle si sus vidas son un plagio
de vidas anteriores, un presagio
de otra existencia bajo el patrocinio
de dioses que no escuchan, y el dominio
de héroes que no impiden el naufragio.
Sobre un parque de leyes y de chicles
en un banco la sombra de pericles
lía un pitillo; espera oír las gracias
y sólo ve un gentío arrepentido
al desamparo de las democracias
con un juicio ya dado por perdido.
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