Buscar la luz y no que el rojo venga
tan fuego, tan cansancio, tan obsceno;
querer refreno y no que te retenga
la turbia lentitud del coche ajeno;
meditar, no rendirse ante la arenga
del silencio como un contraveneno
que del cabal estrépito se venga
confiando en firmar un alto el freno.
Vivir y no hacer tiempo en este atasco
que en un recinto de bocina y asco
acorrala templado al firmamento
y que lo invierte, haciéndolo un segmento,
a golpes de neumático, grasiento
y agrio por evasivas de tabasco.
en ambar? cuando y como cruzamos nosotros la carretera?
ResponderEliminartoda una vida aguantando los inconvenientes de la carretera y para cuando la reconviertan en autovia se la llevan.
que buena epoca esta para protestar- claro- si los responsables de velar por el interes de este pueblo no tuviesen la vista puesta en otros menesteres.
semaforos de colores por la poca dignidad que aun nos queda.