Me dijo que la luna
todo veía desde el cielo,
que la lluvia en otoño
son lágrimas viajeras,
que en el rojo atardecer del estío
arden los deseos no cumplidos,
que los niños buenos
no van al infierno,
que en el arriate intrincado
flota la paz del paraíso,
que la guerra embrutece
y no distingue verdades,
que la calor de mancebía
son desquites al amor,
que la mariposa esquiva
es un rubor de adolescente,
que la muerte nada precipita
son esperanzas del desahuciado,
que mi nombre será olvidado
por los siglos venideros,
que seré rosal enamorado
la hipérbole,
... y lo que te callas.
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