Las tres Heridas

domingo, 16 de mayo de 2010

TIEMPO DE ABEJA


Tras la espera insobornable
que hace enorme al deterioro,
nos queda lo no ganado,
y es toda la recompensa, amada mía
una vida entera,
una ilusión de manantiales,

que es vital y necesario
donde asirse la abeja,
donde llenar los estanques
con un fulgor trastocado,

de una luz que arrase
el secreto desvelado,
la paz reconciliada
por un débil hueco, amada mía
el único gesto exacto, aún
la espiga que repone primaveras.

4 comentarios:

  1. ¡Ay qué envidia te tengo!
    Cómo me gustaría ser capaz de inventar esas metáforas.
    "amada mía el único gesto exacto, aún la espiga que repone primaveras".

    Precioso Luis.

    Un beso.

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  2. De primaveras necesarias y exactas quedo trastocada al leerte.

    Es de una belleza insuperable.

    Soy yo la que te profesa admiración.

    Un beso.

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  3. Luis querido poeta, tus escritos son cada vez más metafóricos, y es fácil desprenderse de la realidad al navegar en tus aguas.
    Un abrazo.

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  4. Elena yo te admiro a ti porque al doblar la esquina, contemplo el avance de los melocotones, esa luz colgada de un callejón sin barreras, y observo como caen hilillos rojos de los labios de la aurora.

    Un beso.

    Luis.

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