
Y al morir,
adonde van nuestros sueños,
a qué dimensión desconocida,
en qué espacio se trocarán esperanza,
de qué infinitud para no ser nada.
Llegarán señales, alumbrarán
territorios que reconocemos,
en la renuncia hallaremos signos que nos eleven,
pasaremos de roca a polvo por amor al aire,
se irán todos del mundo que habitamos, un hormigueo
tal vez eléctrico acaparará nuestro rostro,
la rendición del que no halla respuesta.
Adonde se irá la unidad fingida, el deseo
interrumpido por el sudor y la cáustica,
porqué entramado extraño desaparecerá
el balanceo recluido, sin estridencia
encefalograma plano,
adonde se van nuestros sueños,
tan nuevos,
adonde.
Mucho me temo que los sueños se irán con nosotros... a no ser que los hayas dejado escritos en poemas tan hermosos como éste, y entonces permanecerán eternos como regalo para el que lee.
ResponderEliminarUn beso Luis.
Pues algo como lo que dice la amiga Elena es lo que te iba a decir yo. Todo quedará en nada, y dentro de un tiempo ni siquiera habrá constancia de que hemos existido.
ResponderEliminarPero ahora... ahora estamos vivos. Es nuestro momento y hay que aprovecharlo para seguir riendo y soñando.
Un abrazo
Dicen que el recuerdo es el perfume del alma..., la poesía, tus poemas, son el recuerdo de bonitos y felices momentos que nos haces pasar cada vez que te leemos, amigo Luis.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Los sueños quedan en nuestros escritos, en nuestra vida que compartimos, en cada suspiro del aire, en las flores, en los libros.
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Mi querido Luis, aquellos que hemos hecho germinar, no lo dudes, nos sobrevivirán.
ResponderEliminarUn abrazo de los que no se acaban.
Mari Carmen, la calle quedará desierta,
ResponderEliminartenebrosa la sombra en quietud y un llanto agudizará lejano,
la herrumbre que deja la hoja,
tantas veces abatida,
no doblegada,
volátil como una canción pretérita que al suelo cae,
... siendo ya otra.
Un abrazo largo de encuentro.
Luis.
Paloma: Entonces, comprendes que no tengo alas,
ResponderEliminarni músculos de acero y llama.
Un abrazo grande amiga.
Luis.
María Rosa, Y sus ojos se alejaron flotando
ResponderEliminarhacia algún sombrío pasadizo de la memoria.
Un abrazo desde Andalucía.
Luis.
Patricia, mi morada es tu casa,ven cada vez que quieras, yo te espero con los duendes que habitan y duermen entre la Ataraxía y sus raíces.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Luis.