Las tres Heridas

domingo, 6 de junio de 2010

AVISO


Si la vida se vuelve torpe
y no basta con saber que duele,
si no pasan los días ágiles de sobresaltos
más allá de la renuncia y su cansancio,
si la noche llega más negra de llanto acumulado
donde dormir es morir de deseo agónico,
si te has ido dejándome sólo
triste con mi esperanza y mis pájaros,
si alta, muy alta
la soledad de los sauces,
si más allá del signo leve de tu mano
renaciera la luz que me ciega los ojos,
si pudiera llenar mi sombra
de verdad cierta y gozo,
si mi nombre ya no conmueve
tu rostro de silencio desvelado,
si pasan los vencejos
tomando nota de sus augurios,
y mi tristeza persevera sin consuelo,
no te extrañes si tardo en abrir mi alma la Ataraxía,
echadme de menos, mientras recupero
mi sosiego que niega la posibilidad del olvido.

Actualización:

Volveré cuando la palidez, quiera llevarme
a la pureza del filo de la piedra;
hacia los pequeños manzanos
que sujetan los tapiales del tiempo.

Gracias, regresaré pronto
mientras tanto quedaros abrazados todos.

Luis.