persigue al norte de lo desafiado,
un cadáver que rígido bosteza
ante el gusano del alma penetrado,
no me dejes señora sin la proeza
de su trébol al fin lo conmutado,
que mi mano no caiga en la torpeza
de agarrar al olvido sepultado,
por un sueño que tirita al poniente,
un sudor de alcohol que insistente,
pospone la realidad de la trilla,
y ya sin grano en mi gavilla,
doy por perdida la luz al relente,
me adentro en tu enigma chiquilla,
con mi dolor de vencido inminente.
Qué maravilla de poema luis. De verdad es un lujo leer tu poesía.
ResponderEliminar"...y ya sin grano en mi gavilla,doy por perdida la luz al relente,me adentro en tu enigma chiquilla,con mi dolor de vencido inminente."
Me encanta.
Un beso.
¡¡Magnífico!!
ResponderEliminarDe verdad Luis, una delicia leerte y releerte.
Mi admiración y mi abrazo.
Un soneto perfecto mi amigo, una belleza de escrito.
ResponderEliminarDesde el otro lado de los mares.
Un abrazo.
Siempre un placer leer tus poemas, amigo Luis.
ResponderEliminarÉste..., precioso!!!.
Las otras las leí pero no tuve ocasión de comentarlas..., siempre el tiempo..., la falta de tiempo. Discúlpame.
...nunca te des por vencido.
Un fuerte abrazo. Un beso, Luis.
Gracias por tus palabras Elena, un lujo es verte aparecer por la Ataraxía.
ResponderEliminarUn abrazo de Abril.
Luis.
Lola amiga mía, no tengo nada que perdonarte, acaso no es necesaria la luz más allá del tiempo y la memoria.
ResponderEliminarUn abrazo como trigal mañanero.
Luis.