Más allá en la ciénaga,
dormita la hoja en su nirvana
ajena a las promesas,
y es tu bosque, Septiembre mío
lo más breve del paisaje
que hago mío y me traslado
a un invierno de certeza,
ojala traiga el aire,
la fragancia que desata lirios,
consenso por una carretera intencionada,
paz en los salones y hemiciclos,
gripes que sólo quedan en letras,
trabajo para el hombre y su sino, tu árbol magnífico
que reta a la estrella,
fugaz, lejana y errática
al fin lo que ponderas, Septiembre mío
todo lo perdurable, aún
salvarnos queda.
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