Se fue, y todos dormían.
Agotó un jilguero meticuloso y azul
en la mañana preclara y afonías.
Era una ruta linfática casi segura
donde se recupera la madrugada,
perdió el mañana ya escrito
cuando rodaste junto a la inocencia
asfaltada y que siempre queda.
Era tentador aquel resorte mimético
y el alcohol hizo el resto,
así truncada toda meta futura, se desviven
escasas las rosas en la gravilla,
hasta que el recuerdo aguante.
Profunda melancolía que como pétalos de rosas se va deshojando del alma......
ResponderEliminarUn abrazo en la distancia
María
Gracias María por tus bellas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo desde Andalucía
Luis
¿ Aguantará el recuerdo tanta perturbadora agonía?, no lo sé amigo mío, ese tipo de partidas quiebran el alma, en trocitos,en milimétricos pedacitos, y nos deja el lloro, la lágrima como una única forma lastimosa, de asirnos a lo que queda de vida.
ResponderEliminarSaludos cariños desde Santiago de Chile.
Tatiana
http://secuenciasdelalma.blogspot.com/
Asi es Tatiana,ese es el mensaje del poema.
ResponderEliminarGracias por tus palabras llenas de sensibilidad.
Un abrazo desde Sevilla
Luis